Amistad
"T
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e veía mal e iba a hacerte una fiesta.
Estaba comprando las cosas...", "te veía e iba hacerte una
fiesta..."
Repetía la frase en mi cabeza,
asegurándome de que no tenía errores. Era simple, tanto que no podría
asegurarse de si mentía o no. Ni horas, ni lugares, ni ningún tipo de detalles.
La conciencia me remordía incluso
antes de pronunciar las palabras en voz alta. Pero no me iba a echar atrás
ahora. Tenía que ser lo más humana posible y no podía ser humana sin Cassie.
Aunque para ello tuviera que mentirle,
no había otra cosa que pudiese hacer.
Estaba en un viejo parque, ya medio
abandonado, a las afueras del pueblo. Allí era donde solíamos reunirnos las
calurosas tardes de verano Cassie y yo para matar el tiempo. Me senté en uno de
los viejos columpios a esperar, mirando al camino de piedras que llevaba hasta
allí. Apenas llevaba un minuto sentada cuando llegó mi amiga. Me alegró ver que
había aceptado quedar conmigo después de nuestra discusión.
Vestía de forma abrigada y no muy
colorida, pero estaba guapa. Se apartó un corto mechón de pelo rojizo de
delante de la cara, destapando unos ojos desconfiados.
-¿Qué quieres, Kat? -preguntó
secamente cuando estuvo lo suficientemente cerca -Leí tu mensaje. Espero que
sea verdad lo que escribiste. "Voy a decirte lo que ocurrió" ¿No era
eso lo que ponía?
Asentí y tragué saliva, intentando
tragar también los remordimientos.
"Te veía mal e iba a hacerte una
fiesta. Estaba comprando las cosas...", debí haber dicho.
-Soy un ángel -dije. La verdad salió
de mis labios rápidamente y sin mi consentimiento. Pero la verdad es que
agradecí que lo hiciera. Porque, a pesar de que Cassie se dio la vuelta
ofendida por lo que consideraba "mi estúpida y burda mentira", me
sentía tan liberada al haberle confesado lo que llevaba queriendo decirle desde
que se convirtió en mi mejor amiga, que no pude evitar agarrarla por la muñeca
y darle un tirón para que se volviese y me mirase a los ojos -. Y puedo
demostrártelo.
Cassie puso los ojos en blanco y
gritó:
-¿Tú te estás escuchando? ¿Acaso te
has vuelto loca? ¡Te he dicho que pares de mentirme y vas y me dices que eres
un ángel! Si hubiese querido escuchar trolas sobre seres inexistentes hubiese
vulto a ver "Alicia en el País de las Maravillas", así que, Kat, haz
el favor de dejar de malgastar mi tiempo.
Se alejó caminando con paso furioso y
por un momento vi a nuestra amistad alejarse con ella.
-¡Déjame malgastar cinco minutos de tu
tiempo! ¡Solo cinco! -le chillé, corriendo tras ella. Cuando la alcancé, expuse,
con voz más calmada ya-: Cinco minutos, ¿qué te cuesta? Es todo lo que
necesito, luego, si quieres, tendrás toda la vida para enfadarte conmigo.
Me miró de reojo y vi la confusión en
su mirada.
-Cinco minutos, Kat. Ni uno más.
Sonreí y tiré de su brazo, obligándola
a avanzar hacia el bosque.
Llegamos a una zona despejada, pero
apartada de los caminos. Me giré en seco y la miré fijamente.
-Cassie, lo que te voy a enseñar ahora
es algo que debes mantener en secreto. No te estoy pidiendo que sigas siendo mi
amiga después, ni que te impliques en ello. Ni siquiera que lo aceptes. Solo te
pido que no se lo digas a nadie.
-¿Decirle el qué? ¿Qué te has vuelto
loca? -preguntó con obvia incredulidad.
-Cree lo que quieras, Cassie.
Asimílalo cómo quieras. Pero no puedes decírselo a nadie -pronuncié esta última
frase deteniéndome con sumo cuidado en todas las palabras.
Ella asintió con la cabeza y, aunque
su mirada era recelosa, me arriesgué a confiar en ella. Nunca me había fallado
y, después de todo lo que yo le había hecho, tuve la seguridad de lo estaba
haciendo era lo correcto.
Sin dejar de mirar su redondeado
rostro, permití que mis dos abanicos de plumas se desplegasen a mi espalda.
Cassie ahogó un grito y se tapó la
boca con las manos. Tenía los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a
caer de las cuencas y las piernas le temblaban violentamente. Tragó saliva con
fuerza y parpadeó un par de veces, bien para asegurarse de que lo que veía era
cierto, bien para eliminar las lágrimas que la extraña situación había
provocado.
-Es imposible... -murmuró, avanzando
lentamente hacia atrás, alejándose de mí.
-Cassie, tranquila. Soy yo, soy Kat.
¡Esto no cambia quién soy!
Cerró los ojos un segundo y respiró
profundamente. El miedo provocaba que su respiración fuese entrecortada, pero
consiguió mantener la voz firme cuando dijo:
-No se lo voy a decir a nadie. Pero no
puedo seguir como si no hubiese pasado nada. Estoy asustada y no entiendo nada.
Lo único que sé es que mi amiga acaba de sacar unas alas enormes de la
espalda. ¡Y eso es imposible! -y mirándome con lo que me pareció una mirada de
disculpa, finalizó -: No podemos seguir siendo amigas, Kat. Ya no sé quién, o
qué, eres. Necesito tiempo para aclararlo.
Echó a correr, con el miedo patente en
todos sus gestos. Miedo hacia mí.
Consciente de que no había nada que
pudiese hacer, la dejé marchar, no sin unas lágrimas de despedida.
El día anterior había pactado con
Samuel que lo más conveniente sería no vernos en una temporada. Él necesitaba
descansar y también debíamos asegurarnos de que los alrededores de su casa no
eran peligrosos para mí. “Aunque yo no
esté, siguen siendo peligrosos para ti.”, recuerdo haberle dicho. Y todo lo que
obtuve por respuesta fue: “Deben ser discretos, no actuarán a no ser que sea
estrictamente necesario”. Quería descubrir por qué sabía tanto sobre esos
temas, pero él necesitaba descansar y yo, hablar con Cassie, así que pospuse la
pregunta.
Solo se me ocurrió un lugar al que ir, por lo que me sumergí en el cúmulo de personas que transitaba las calles que
llevaban al centro de la pequeña ciudad. La gente fluía a mi alrededor, ajenos
a mi persona.
Caminé por el laberinto de calles
estrechas rodeadas de edificios altos, hasta llegar a la puerta que buscaba.
Llamé al timbre y tras un “Hola, soy
Kat”, la puerta se abrió. Subí por las escaleras, a pesar de tener un ascensor
a mi disposición. El ejercicio físico me ayudaba a relajarme.
Al alcanzar el quinto rellano, me
encontré una puerta abierta y un niño de pelo rizado y sonrisa permanente que
salía a recibirme.
-¡Hola, Kat! –saludó alegremente. Su
sonrisa se ensanchó, acentuando los hoyuelos de sus mejillas. Era imposible no
apreciar su gran parecido con su hermano.
-Hola, Erik –respondí, forzándome a
sonreír. No importaba lo deprimida que estuviese, me resultaba imposible
negarle una sonrisa al pequeño.
Entré en el apartamento y Erik me
acompañó hasta la puerta de la habitación de su hermano. Antes de entrar me
detuve a sacudirle el pelo y, tras ello, abrí la puerta.
-¡Hey, Kat! –me dijo a modo de saludo
Nathan –No esperaba verte hoy por aquí. ¿Ha pasado algo?
-¿No puedo hacer una visita de
cortesía? –dije de manera poco convincente.
-Claro, pero viendo la cara que traes…
-respondió palmeando la cama para indicarme que me sentara –Vamos, Kat ¿qué ha
pasado?
-Cassie y yo hemos discutido y ahora
ella está muy enfadada conmigo –confesé, tomando asiento a su lado.
-¿Quién tiene razón? –preguntó al
tiempo que me acariciaba el hombro reconfortantemente.
Sonreí ante su pregunta. Incluso antes
de preguntar el por qué, Nathan siempre quería saber quien tenía la razón. Era
una de esas personas que lleva la verdad por delante y era algo que yo admiraba
muy profundamente. Dicen que la gente admira lo que no puede tener y tal vez
fuese eso lo que hacía que me embelesase esa cualidad suya. Es decir, yo no
podía incluir la verdad en mi vida, por mucho que lo intentase.
-Ella –respondí sin dudar. Él hizo una
mueca de sorpresa al escucharme admitir tan fácilmente mi culpa.
-¿Puedo preguntar el por qué?
–inquirió finalmente.
-Te agradecería que no lo hicieses –declaré
en un susurro.
Nathan comenzó a reflexionar en voz
alta:
-Si no has venido a hablar de ello
supongo que has venido a que te ayude a pensar en otra cosa ¿no?
-La verdad es que no estoy muy segura
de por qué he venido. Estaba triste y eso es peor si además estás sola. Así que
acepto tu propuesta encantada. Bien, ¿qué hacemos?
Mi amigo se levantó de un salto y
cogió un abrigo negro que descansaba sobre el pomo de la puerta.
-Fácil: paseamos hasta el cine, vemos
una comedia y cenamos pizza. No tiene fallo –dijo sonriendo de oreja a oreja y
guiñándome un ojo.
Me levanté de la cama y le devolví la
sonrisa. Fue una sonrisa sincera y, al percatarme, sonreí todavía más. Otra
cualidad que envidiaba de Nathan era que, con un par de palabras, podía hacerte
sentir lo que el quisiese.
Salimos de la casa y, viendo todo lo
que hacía por mí, deseé de todo corazón que encontrase algún día a una persona
que le pudiese querer como yo no había sabido.
Sabía que las charlas sobre la
excursión que tendríamos en dos días, las guerras de palomitas en el cine y las
carreras por el parque no me ayudarían a solucionar mis problemas, pero no me
importaba. Solo quería que esa alegría momentánea me embriagara, aunque luego
me abandonase de golpe.
Por lo visto, mi reflexión había hecho
que me quedase embobada, así que Nathan, con un bocado de pizza a medio
masticar me preguntó:
-¿Estás bien?
Me encogí de hombros.
-Seguro que solucionas lo
de Cassie, ya verás –y tras decir eso, su mano atravesó la mesa y dio un
apretón a la mía.
Ese simple gesto me hizo
creer en sus palabras.
-Gracias –dije sonriendo.
Ni siquiera yo sabía si le
daba las gracias por su comentario o si era un gracias más profundo, por seguir
a mi lado después de todo.
Aww, estuvo de lo más interesante el capítulo :).
ResponderEliminarAunque no entiendo de terminar por qué Cassie se asusta y reacciona de esa manera... después de todo, son mejores amigas. Por lo menos, Kat le dijo la verdad.
Hm... no sé, no estoy demasiado de acuerdo con Kat sobre que vaya a pasar la tarde con el ex. Yo sé que para ella es el amigo y eso, pero no sé si Nathan ya no siente nada.
Voy a extrañar a Sam, también.
¡Muy buen capítulo, ya estoy esperando el otro!
Primero de todo, decirte que has hecho una buena selección de canciones, me gusta:) Me tienes que enseñar a poner música, que he pensado varias veces en ponerle música en mi blog y nunca he sabido hacerlo.
ResponderEliminar¿Y qué decirte del capítulo? La verdad es que me ha gustado, me parece muy emotivo y está muy bien escrito.
Espero que lo de Cassie se solucione pronto...
Y Nathan me parece genial, a pesar de lo mal que se tomó la ruptura ahora trata genial a Kat...
¡Sigue así! Un beso
Pues poner música es mucho más fácil de lo que parece. Yo busque en Google cómo ponerlo y encontré esto → http://www.bloggergifs.com/2013/01/reproductor-de-musica-para-tu-blog.html
EliminarEn mi opinión lo explica bastante bien, pero si no eres capaz, no dudes en volver a preguntar :)
Me alegro de que te haya gustado el capítulo :D
Un beso, espero haberte sido de ayuda ;)
Muchas graciaas :) Un beso
EliminarNathan está ahí, para ella :) Aunque la reacción de Cassie me parece mala...
ResponderEliminarBff! Me encantó el cap!!
ResponderEliminarY la verdad es que pensé que se arreglarían las cosas entre Cassie y Kat, pero veo que no :S En verdad creo que tampoco es algo malo ¿no? Bueno sorprendente y todo eso. Pero son mejores amigas y creo que Cassie debería haberlo aceptado por su amistad.
Y Nathan, pues lo veo un encanto, y me encanta que él y Kat sean amigos :)
Sobre la música... pues qué decir, qué está genial!! Claro que me encanta y para nada me molesta mientras leo!
Espero el siguiente capítulo pronto!
Besitos :)
me encantó el capítulo, y también la música, has elegido muy bien :)
ResponderEliminarGracias :) Me alegró ver tu comentario, es bonito que alguien comente por primera vez. Espero que no sea la última ;)
EliminarUn beso
No me gusta mucho la reacción de Cassie... Pero el capi acaba muy bien ^^ Por cierto, me gusta mucho la música, en general :)
ResponderEliminarHola Laura.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el cap, era de esperar.
Por cierto, sé sincera, has dejado de seguir mi blog??
Es que creo que ya no me sales dn la lista, aunque no estoy swgura porque estoy en el móvil y no lo veo tampoco muy bien.
Muakis!!
Si lo has dejado de seguir tampoco pasa nada, aunque creo que me apareces en los seguidores.
Eliminarme gustó mucho el capitulo.. creo que kat es muy valiente para revelar su secreto..pero que mal que reacciora mal, pero supongo que recapacitará y al final la apoyará..
ResponderEliminarcon ganas del siguiente!!
sigue así!!
un beso
Hola Laura! Me encantó el capítulo :) Yo tampoco entendí la reacción de Cassie, pero bueno cada personaje es un mundo aparte :)
ResponderEliminarMe fascina la relación que mantiene con Nathan, este chico me cae muy bien :D
Te seguiré leyendo :)
Ooh...que pena que no se solucionasen las cosas entre Cassie y Kat...
ResponderEliminarpero la verdad es que me encantó el capítulo, me pareció muy emotivo :)
Sigue escribiendo tan bien ^^
Venga. Apuesto algo que en el siguiente capitulo se arreglan las cosas con Cassie. Aunque tambien podría apoyarse en Alison que es su otra mejor amiga. Estoy leyendo un monton hoy. Parece que es lo unico que me apetece :)
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