Patri,
autora de Las 5 piedras de Afrodita, me ha seleccionado para continuar con una
iniciativa llamada Historia de fin de semana, que consiste en la colaboración
de varias personas para escribir un solo relato. En este caso, Irene, la
creadora del premio, inició el relato que luego continuaron Sary, Shenia, Alba,
Patri y que, dado que el plazo de este relato termina mañana, me toca concluír.
El relato
dice así:
Era
tarde. Como muchas noches de invierno mis preocupaciones no me dejaban dormir.
Subí en silencio las escaleras y abrí la puerta de la buhardilla. Estaba muy
oscuro, pero la pequeña ventana que daba a la calle dejaba entrar un hilo de
luz que dibujaba una línea amarillenta en el suelo de la sala. Lo seguí con la
mirada y me senté justo en el punto en que la línea empezaba a trepar por la
pared...
El
viento azotaba la casa con fuerza, y a través de las bisagras de las ventanas
se colaban pequeñas corrientes que invocaban el ulular de los búhos como un
cántico gregoriano. Las sombras de la buhardilla parecía bailar al ritmo de
este sonido, emergiendo de todos los rincones, tratando de alcanzarme con sus
afilados y escurridizos dedos. Cerré los ojos, y las lágrimas empezaron a caer
a raudales por mi rostro y a precipitarse al vacío al caer desde mi barbilla.
Apoyé la cabeza sobre las rodillas y dormité lo que parecieron unos segundos...
La
lluvia acariciaba mi rostro. Miré al cielo, claro y azul, y la luz del sol atravesó
mis pupilas. Era ilógico, un tiempo demasiado agradable a excepción de la suave
lluvia que empapaba mis ropas lentamente. Comencé a caminar por la fresca
hierba, la cual se colaba entre mis dedos provocándome un dulce cosquilleo.
Aquella tranquilidad que me inundaba era lo que necesitaba para no pensar en
nada, para vivir en paz. Un fuerte sonido me despertó de mi placentero sueño,
devolviéndome a la oscura realidad. Me levanté del suelo y me asomé por la
ventana, logrando divisar una extraña figura que parecía observarme desde el
exterior. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su mirada. Era demasiado
tarde y estaba muy oscuro, no sabía quién era aquel misterioso individuo. No me
quedaba más remedio que salir a averiguarlo...
Antes
de poder imaginar quién podría ser, recordé que era imposible que alguien
hubiera llegado hasta ahí. ¿Quién querría verme? Mis preocupaciones se
esfumaron por unos segundos mientras entrecerraba los ojos para poder
distinguir aquella misteriosa y oscura figura a través del cristal sucio de la
ventana. La poca luz acariciaba las formas y pliegues de una chaqueta y me dio
una vaga idea de cómo sería el cuerpo de aquel misterioso visitante. La culpa
me golpeó de nuevo al darme cuenta de que, esa persona, ese hombre, era la
causa de mis preocupaciones y de mis grandes temores…
La
poca luz que entraba por la ventana titiló un segundo e hizo que cerrara los
ojos. Cuando los abrí de nuevo temía que esa persona se hubiera esfumado, pero
no, seguía allí. Quieto. Observándome. Había descubierto ya quien era pero las
lágrimas que aun seguían cayendo por mis ojos me hacían dudar.
-Lo
siento –Escuché de fondo, di media vuelta y me volví a acercar a la ventana de
la buhardilla.
Sí,
era él. Después de tanto tiempo, ahí estaba. Bajo mi ventana. Pero no quería
creerlo, me costó olvidarle. Me hizo daño, mucho daño…
Una
nueva lágrima, iluminada por la suave luz de la luna, rodó por mi mejilla y,
aunque suene egoísta, sentí pena por mí misma. Nadie debería llorar el día de
su cumpleaños. Pero ahí estaba él, invocando mis lágrimas. Cerré los ojos y ese
gesto solo hizo más patentes los recuerdos del dolor: un grito, un golpe, luego
otro, el miedo envolviéndome… Dolor.
Volví a abrirlos para enfrentarme a su figura. No era un misterio para
mí porque había escogido este día para visitarme. Ahora era mayor de edad,
podía escoger volver a su lado o seguir apartada de él.
-Lo
siento –repitió con voz trémula –Cariño, baja. Abre la puerta.
El
sollozo que llevaba tiempo intentando contener escapó de entre mis labios. Dos
años luchando para que el olvido se llevase mis recuerdos y ahora ahí estaba
él, trayéndolos de vuelta, destrozando en mil pedazos la tranquilidad de la
noche, entorpeciendo la delicada danza de los rayos de luz de la luna.
Salí
corriendo hacia mi habitación, dejando atrás al hombre que me tan brutalmente
me había arrancado la infancia. Esa fue la última vez que vi a mi padre.
Y
este es mi final. De faltar más tiempo hubiese dejado el final de mi parte más
abierto y hubiese pasado el premio a otro para continuarla. Pero, como ya dije,
el plazo termina mañana.
Un
beso y gracias a Patri por darme la oportunidad de contribuir en el relato.
P.D: Tengo la esperanza de que Google Reader no nos abandone, pero por si acaso, me he hecho Bloglovin'. En la barra lateral encontraréis el botón para seguir el blog en Bloglovin', así que si queréis seguir leyendo LADA en caso de que Google Reader se vaya, solo tenéis que hacer clic ahí ;)
Me ha gustado el final que le has dado, creo que ha quedado un pequeño relato bastante bueno :)
ResponderEliminar¡Un beso! ♥
Muy bueno el final Laura! Te lo dejé un poco difícil pero lo has hecho genial :)
ResponderEliminarBesitos.
Uoooouuuuuuuu!!!! La piel de gallina!!! No te digo más! Aprovecho para daros a todas las gracias por participar !! Mañana a primera hora lo publicaré en el blog! Gracias de nuevo :)
ResponderEliminarHa quedado precioso! Además, se me ha cogido un poco el corazón con la última frase.
ResponderEliminarHa quedado realmente genial. Todas escribís increiblemente bien.
ResponderEliminarY Laura, el final ha sido de escándalo. ¡Te felicito! Qué bien escribes, nena.
Besitos :)
Google Reader desapareció ya desde el 1 de Julio!!! Y BlogLovin no sirve para nada, solo para tener otra cuenta mas abierta y para volvernos locas con mas conraseñas jajajaja Muchos MuakiSs.. xD
ResponderEliminarPor lo que yo tenía entendido, cuando desapareciese Google Reader no nos llegaría a la página de Blogger las notificaciones de los blogs que seguíamos; así que, por las moscas, me hice una cuenta. Siempre y cuando Blogger siga funcionando como antes, dejaré que mi cuenta de Bloglovin' se llene de telarañas ;)
EliminarWooooohhh MUY BUEN FINAL ^^
ResponderEliminarYo no me enteré de nada de eso ._.
Holaaaaaaaaaaa soy Sary jeje, me ha encantado el final que has hecho :P tu blog es una preciosidad.
ResponderEliminarUn beso!
...Casi se me salen las lágrimas. En serio, las tenía en los ojos. >.< Fue muy triste el final T^T ese tipo de tragedias familiares y pasados oscuros me tocan la fibra sensible 3: T.T
ResponderEliminarLo has escrito genial, las sensaciones que produce el ver a su padre de nuevo estaban escritas de una forma que me invitaba a llorar.
Ahora voy a tener este relato en la cabeza toda la semana >.< me ha tocado el corazón.
Os ha quedado perfecto :)
magnífico trabajo, me gustó mucho el trabajo!! enhorabuena chicas!! ?=D
ResponderEliminar¡Qué buen final, tengo que admitirlo! Me dejó perpleja y ya me venía gustando la corta historia desde antes, con un final como ese, aun más.
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